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lunes, 11 de agosto de 2008

Motivando con una narración un trabajo desopilante.



Con niños de entre 8 y 10 años he narrado más de una vez el cuento Gatopato, de la autora argentina María Elena Walsh, un bello relato de un gato que era mitad pato, mitad gato. El pobre animal se acercaba a los gatos y ellos lo miraban como para devorarlo por su parte de pato, claro, y si se acercaba a los patos, estos huían por su parte de gato. El curioso animal anduvo mucho tiempo triste y sin lugar en este mundo hasta que encontró una gatapata y se pudo casar y tener su familia.
A partir de la narración de este cuento propongo el siguiente juego, algo desopilante pero muy divertido y creativo:
1. Hacemos una lista de animales conocidos.
2. Hacemos otra lista de vegetales conocidos.
3. Propongo un casamiento absurdo entre un vegetal y un animal.
4. Eso dará forma en un hijo a una nueva especie.
5. Una vez puesto el nombre del hijo de la pareja desopilante, tenien que contarme qué come, dónde vive, con quién se casará, que hará con su vida en un relato breve que tenga que ver con el nuevo nombre que obtuvimos.

Así surgieron : gatochugas. Un gato se enamoró de una lechuga y al casarse tuvieron el gatochugas. Es un animalito peludo y verde, con cuatro patas y orejas como hojas. Vive adentro de los zapatas abandonados y come solamente semillas de frutas. No dice miau, dice uga uga, cuando está triste. Es pasivo, vegetariano y anda buscando una lechugata para hacer una familia feliz.

El leopallo, surgió del casamiento de un león con una calabaza de zapallo. Es un animal enorme, con color de zapallo y forma de calabaza alargada, pero tiene melena y cuatro patas. Come de todo pero le gustan muchos las pasta con salsas de queso y beber jugos de mandarinas. A veces es enojón y gruñe pero no como león sino como zapallo. Está muy confundido porque se enamoró de una calabaza y quiere tener hijos con ella.

Este juego que impone como única regla la diversión y la imaginación es excelente para motivar a escribir hasta los más haraganes.
Suerte si lo intentan.