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lunes, 20 de octubre de 2008

Ese poeta llamado Federico...


Este poeta granadino me ha dado un excelente resultado para motivar a los niños.
Y no sólo en la escritura: verán ustedes que en la oralidad, el recitado de sus poemas, también.
Y no son fàciles, responden a literatura de otro tiempo, pero sin embargo los niños siguen gustando de sus poemas.
¿ Quieren que les cuente cómo lo hago?
Sencillo, comienzo contando un poco la vida de Federico. Cuando digo contando un poco su vida, quiero decir la cuento como si fuera algo vivo, algo fuera de la biografìa en letras de molde, hablo de Federico y su pasión por los toros, por su pensamiento diferente, por su forma de ver la vida, por su pasión en las letras: pero siempre trato de desmitificarlo. Hacerlo bien humano.
Me sirve, entre otras cosas, para hablar de Derechos Humanos, para explicarles a los niños de hoy qué y cómo se actuaba en dictadura franquista, que por otra parte no es tan diferente a la que vivimos en América del Sur hasta hace pocos años.
Cuando relato que el escritor salteño Enrique Amorim, lo invitó a su casa, que estuvo en Salto, que cuando fue asesinado este mismo autor pidió al Intendente Barbieri para levantarle un recordatorio que está allí, enfrente al río Uruguay, que es un muro que simboliza su supuesto fusilamiento y que en ese muro están las inmortales palabras de Machado..." fue en Granada, en su Granada..."
Creo que en ese momento los niños de 11 o 12 años comienzan a querer recitar a Lorca. Y luego les leo poemas, pero casi siempre aquella historia de Antoñito el Camborio es la alegida para ser recitada. Y qué bien lo hacen los niños, con qué gracia. Sí que miramos primero algunos vídeos que tienen ver con el ser granadino, con corridas de toro, con el ser de los gitanos.
Y me sirve la clase para hablar de la xenofobia de los humanos.
Pero más que nada me sirve para inmortalizar una vez más y en voces de niños, los increíbles romances de este inmortal poeta.
Su maravilloso poema: Canción del Colegial me ha servido año tras años para que los niños escriban su propia canción pautada de la misma manera: qué es el sábado y el domingo, qué color tienen, que deseos guardan.
Es bueno buscar literatura para niños con nuevas tendencias pero, hay que hacerlo sin olvidar que en los clásicos, siempre hay material de sobra como para motivar la literatura y por qué no? también los derechos humanos universales.
Este año además de Antoñito el Camboria, hemos recitado con niños de 11 años: Llanto por José Ignacio Mejías. Nada sencillo de recitar y menos, a coro, pero lo hicimos con mucha pasión y salió
muy bien.
Me ha sucedido lo mismo con otros autores como José Martí y Octavio Paz, que los contaré en otra ocasión.