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domingo, 25 de septiembre de 2011

Títulos y cuentos, trabajo para 3° año.

A lo largo de los siete primeros meses del año he narrado o leído una cantidad considerable de cuentos. Los niños vienen a la Biblioteca una hora por semana y en cada semana propongo un texto nuevo. Ahora el desafío es: escribir en equipo cuentos para nuestro libro. Acá va el juego: Escribimos con letras grandes y claras todos los títulos en la pizarra. Elegimos palabras que nos gustan y que no nos gustan mucho de esos títulos. Con ellas fabricamos muchos títulos nuevos. En equipo los niños van creando títulos. Una vez que los tienen les propongo contar en voz alta y para todos: 1. De qué se trataría el cuento. 2. Qué personajes tendría. 3. Qué ocurriría en ese relato de interesante, cuál sería el nudo. 4. El final cómo sería. Si en forma oral surge la idea, pedimos al equipo que lo comience a escribir. En este juego suelen surgir muchos títulos: es importante que los niños sepan que hay muchos títulos lindo pero luego, a la hora de inventar la historia, no nos sale nada. Hay que probar con otro. Les dejo aquí un ejemplo de los niños de 3° año, nótese que intento corregir lo menos posible sus escritos, por tanto se ven casi orales. Pero es bueno guardar su espontaneidad. LOS NIÑOS QUE VINIERON DE LA LUNA Hace algún tiempo un barco se perdió en el mar. En una noche oscura las velas del barco perdido se rompieron y todos los niños que había ahí comenzaron a llorar. Algo mágico sucedió entonces: en ese momento bajó un rayo de luz muy intenso, todos se asustaron y cerraron fuerte los ojos. Pero al abrirlos vieron la magia de lo que había sucedido: las velas del barco estaban reconstruidas. Entonces pudieron seguir viaje y encontrar el puerto. Cuando atracaron en el muelle las velas desaparecieron. Los niños bajaron del barco y corrieron al pueblo y contaron lo que les había sucedido pero nadie les creía. Porque las velas se habían reconstruido con un rayo que les prestó la luna. Pero igual nadie les creyó. Pero cuando fueron a ver el barco solo por un momento la luna volvió a prestarles una luz blanca, las velas se izaron y lo vieron, después que les pidieron disculpas a los chicos y las velas volvieron a desaparecer.