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viernes, 26 de septiembre de 2008

Lecturas de imágenes de cine o similares.

De verdad no es fácil definir esta imagen.
De verdad muchas veces y a pesar de que ya gozamos de muchos años de mirar cine: no es fácil leer más de 24 cuadros por minuto y lo que el director quiso decir.
Los niños y adultos frente a la imagen son de ojos rápidos pero a veces, la ilusión creada supera lo que deberíamos ver.
Los niños de hoy tienen más habilidad de leer imágenes y son adictos a ellas. No está mal, las mismas son cada vez más coloridas y movidas y ruidosas. Generalmente como dice el autor argentino Obiols en su libro: Adolescencia y postmodernidad, elegimos una mala película antes que un buen libro. Es que el poder de la imagen atrapa, nos hace adictos y nos deja sin articulaciones o respuestas rápidas.
Lo que quiero exponer aquí es que: los docentes que estamos a cargo de estos niños no fuímos formados con imágenes a toda prisa, nuestros ocios carecían casi por completo de ellas. Pero como docentes debemos enseñar al menos a que el ojo de nuestros alumnos no sean engañados con facilidad.
El cine, las series televisivas, la publicidad manejan lenguajes de dominación y poderío que no son fáciles de detectar. Ahí recurro a la literatura nuevamente.
Uno de los juegos que propongo para esta actividad es leer previamente el libro en que se basa la película que luego vamos a mirar. Es sabido el dicho que: de un buen libro sale una mala película, no siempre es así pero, la mayoría de las veces sucede.
El juego lo llamo: Cuando yo sea director de cine. Leemos el libro, apuntamos algunas cosas como personajes, partes más tristes o más cómicas, en fin, sobre papel grafitti y en un tipo papelógrafo hacemos un esquema del libro.
Luego miramos la película las veces que sea necesario. Y luego hacemos nuestra rueda de comentarios donde surgirán nuevas formas de ver el texto implicado. Tomamos los papelógrafos y comenzamos a ver en qué se parece realmente la película y nuestro libro. Luego cada equipo de niños decide qué cambiar, qué quitar, jugamos a dirigir una nueva versión de la película.
Es un juego que nos permite ver con los ojos del niño y ver, lo que es más interesante, su imaginación. Propone también la lectura de imágenes y esto es muy importante ya que no hay muchos juegos que lo propongan.

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