Mi lista de blogs

domingo, 23 de agosto de 2009

Elsa Bornemann: una autora para tener en cuenta.



A partir de los 8 o 10 años, esto dependerá siempre del hábito lector del niño/a: Elsa Bornemann es una autora argentina que ha publicado muchísimos textos que son del agrado de esta franja etaria.
Se ha ocupado casi exclusivamente en muchos títulos del terror, el amor y el humor.
Tres ingredientes fantásticos a cualquier edad pero, sobre todo en esas edades. Sobre todo la cuota del terror. Si escuchamos lo que los psicólogos tienen que decir al respecto: los niños comienzan a disfrutar el miedo porque canalizan através de ellos sus anhelos sexuales los cuales desconocen. O algo así.
Si lo analizamos por la literatura misma el género es antiguo como el mundo mismo y casi todos los cuentos nacieron de los miedos, tengamos en cuenta los mitos mismos que son germinación de la cuentería popular y moderna.
Pero además esta autora argentina tiene libros como La edad del pavo, donde logra reírse de esa edad donde los niños no son grandes ni chicos, pero lo hace desde el lugar donde el humor no ofende, todo lo contrario, identifica.
Elsa Bornemann seguramente la pueden conseguir en Ediciones Infantiles de Santillana, pero también en otras editoriales conocidas.
No puedo dejar de recordar aquí su cuento: Un elefante ocupa mucho espacio, hermoso relato que en su época fue prohibido por la dictadura militar de su país pues, evocaba nada menos que una huelga, ficticia pero huelga al fin...
Si a los niños les gustan los cuentos de miedo y tienen oportunidad: busquen alguno de los tantos libros de esta autora, hay muchos: Queridos monstruos, Los desmaravilladores, 10 cuentos de terror, amor y humor, etc.
La experiencia más linda que tuve:
En una noche de campamento leí uno de estos cuentos a la luz de una o dos linternas.
No podían prender las luces.
Después de terminar el cuento, encendimos las luces y no hice comentarios sobre la lectura. Simplemente los dejé charlar entre ellos y reírse de sus miedos.
Al día siguiente, en la merienda les pedí que me escribieran pequeñas esquelas sobre lo que habían sentido durante la lectura: fue un ejercicio que resultó muy satisfactorio. Para ellos y para mí.
Lo recomiendo, si tienen la oportunidad y el deseo de disfrutarlo, háganlo.

No hay comentarios: